Le dices que no al viento,
a la niebla y al agua:
rajas el viento,
partes la niebla,
hiendes el agua.
Te niegas a la luz profundamente:
la rechazas,
ya teñida de ti: verde, amarilla
-vencida ya-, gris, roja, plata.
Y celas de la noche,
la ardua
noche de horror de tus entrañas sordas.
Cuando la mano intenta poseerte,
siente la piel tus límites:
la muralla, la cava de tu enemiga fe, siempre en alerta.
Nombre te puse, te marcó mi hierro:
"cáliz", "brida", "cenefa", "pluma"...
(Era tu sombra lo que aprisionaba.)
Al interior sentido
convoqué contra ti.
Y, oh burladora,
te deshiciste en forma y en color,
en peso o en fragancia.
¡Nunca tú: tú, caudal, tú, inaprensible!
¡Ay, niña terca,
ay, voluntad del ser, presencia hostil,
límite frío a nuestro amor!
¡Ay, turbia
bestezuela de sombra,
que palpitas ahora entre mis dedos,
que repites ahora entre mis dedos
tu dura negativa de alimaña!
Dámaso Alonso, "Cosa",
Hijos de la Ira
Foto de Jari Tomcik |
***
Yo cosa.
Tú, límite.
Ambos caudal de sssh...
ombra.
tantos nombres te puse
tanta voluntad de ser
tanta tanta negativa dura entre mis manos tanta terquedad tanta inaprensible voluntad
tanto peso
y, ¿sabes?
resulta tan pesada
tanta
levedad...
5 comentarios:
Conocí a Damaso como lingüista. Pero es un poeta maravilloso, por lo que leo. Cuánta ignorancia llevo!
Me has dado ganas de leer más de Dámaso, ojalá mi tiempo diera para más... Tendré que esperar al verano. A veces le ponemos mil nombres incluso a lo que creemos distinto. Y no lo es. Es otra copia, distinta cobertura.
Un beso
levĭtas.
n
o
s
v
e
m
o
s
:
*
El poema de D. Alonso es de una belleza que se me escurre entre los dedos...y que decir de tu ambiguo caudal de sssh ombra, extraña levedad...
Y todo lo demás. Te leo siempre y siempre aprendo más.
bsos
muchas gracias, qué guay.
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