4 de junio de 2010

Somos como los demás quieren que seamos

Te levantas con resaca. La reconoces porque no puedes despegar la lengua del paladar y la cabeza parece una lavadora centrifugando. O centripetando. Las ideas brillantes de la noche pasada salpican la alfombra. O quizás es la cerveza.

Tus pasos suenan lentos. La sensación del contacto con el suelo frío es agradable. Te acercas hasta el lavabo. El baño está lleno de la ropa de ayer: lo dejaste todo desperdigado.Te miras al espejo y dudas si realmente ese engendro de ojos hinchados y boca semicerrada eres tú. Parece ser que sí: de cualquier manera hay que aprender a aceptarse. Te lavas la cara. El frío te despeja. Ya que no puedes borrar tus facciones, quizás el agua sí atenúe las marcas del desastre de ayer por la noche.

No hay ningún desastre. La máscara de tu cara se ha caído. La persona de ayer no es la de hoy. La de hoy será probablemente la de mañana. O no.

Si nuestra manera de enfrentarnos a gente desconocida y a esos terrenos sociales no explorados que nos aterrorizan viene determinada por cómo esperan los demás que actuemos, hoy no va a ser menos. Pero hoy ya no es ayer. La chica que se mira a sí misma ha cambiado. Sólo tú puedes juzgarte. Las lenguas ásperas del tiempo y de su fracaso te raspan la piel. Pero tú te lavas la cara.

Eh, tú, ¿qué coño miras?

Hoy no llevarás tacones. No va contigo. Pero te pondrás cualquier cosa y saldrás a ganar. Palmadita en el culo y algo de resaca. No importa. Tienes tanta sed... Y no sabes por dónde empezar a beber.


12 comentarios:

Rak and roll dijo...

El texto me encanta, pero el final es genial!
Y así día tras día... porque al parecer para nosotros no existe más realidad que la que describes. Un beso con la boca semicerrada! (Eso también me ha gustado mucho:))

la chica de las biscotelas dijo...

el mio sería igual, pero con resaca emocional!
muy buena la entrada!

tormenta dijo...

@Rak: Cómo me entiendes. Gracias por leerme.

@La chica de las biscotelas: la resaca emocional también da para varias entradas...Ya caerá alguna. Un saludo. Gracias por pasarte.

rut dijo...

pero qué a gusto la pasamos.
moláis.

d.

Traubert dijo...

La resaca se quita con un buen Bloody Mary y después... Vino, siempre vino. Gran texto :)

tormenta dijo...

@D.:¿qué te hace pensar que estoy relatando algo que pasó ayer?!! la realidad es ficción, ya lo sabes.

@Alfredo: me alegro que te guste. un saludo!

Rebeca dijo...

Me encanta el texto.

Gracias por ver siempre un poco más allá.

didomiriam dijo...

eso es, ha levantarse con una mirada limpia cada día como si nunca nadie te hubiese hecho sentir mal. cómete el mundo hasta que te empaches.
mil horas mas contigo!!
un beso sabio

tormenta dijo...

Así da gusto, jobar!
:D

Jess Modlov dijo...

Las noches me saben a vino,
a vinagre las mañanas...

Mi vida es un continuo recaer en la resaca, en esas resacas que saben mal a nivel emocional y no físico.

¡Un queso!

Anónimo dijo...

Supongo que hay muchos sitios por los que empezar a beber! Buen texto Sara... Llevaba tiempo enlazando con tu blog para ver si habías colgado algo nuevo (consecuencias de los exámenes, ¿no?)! Un abrazo y no tardes en volver a escribir:)

tormenta dijo...

@Jesús: Todas las resacas saben a algo emocional y no físico. Otro queso.

@Gonza: Gracias, espero que la inspiración te escuche. Nos leemos! ;)

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