Pi.
Pi.
Los recuerdos de una sola.
Noche
vez
despedida.
Los recuerdos amontonados.
Pi Pi pi-pi-pi
pipipipipippíiiiiii.
6:30
Llevo bebiendo vino desde el miércoles pasado y aun así y por eso tengo pesadillas.
Imagino gentes que conozco que se transforman en seres extraños de bocas enormes de dientes afilados y pieles de escamas si me concentro y los miro fijamente
Y luego sueño, dios, y cuánto prefiero los recuerdos,
como los de esta noche
cuando un chico me invitaba a fumar, aunque yo, aunque ambos sabíamos cómo funciona el flirteo y ninguno de los dos tenía ganas de poner demasiado empeño en disimular
cuánto prefiero los recuerdos
como hoy: ver las estrellas de Berlín cuando todavía es verano aunque hace frío, ver todo el cielo manchado de lucecitas sin más. Porque sí, ellas brillan, nadie las mira. Y luego buscarle razón a todo.
Ver toda esa luz lejana atenuada por luz artificial. Recordar.
Ese recuerdo es solo mío.
Solo yo podré tener tu recuerdo dentro de mí*.
Los recuerdos de una.
Hier kommt eine, dicen.
Una, mejor que las pesadillas. Dicen así.
*Epidermia (El Gaviero Ediciones, 2011).
1 comentario:
Grande, grande.
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