El sordomudo lee palíndromos
en los labios de los espejos retrovisores.
en los labios de los espejos retrovisores.
Si me voy: deseos de avión y conciertos. Repasar el calendario de recuerdos y empezar a hacer maletas en la mente. Confeccionar listas. Si me quedo: planes de café y azúcar. Lecturas atrasadas. Proyectos de vuelo. Trayectorias de sal y limón.
Antes quería desaparecer. Ese sentimiento se ha evaporado. Cumplió su destino. Ahora prefiero irme. Quiero volar hasta el lugar en el que se cosen las tormentas al cielo. Y luego volver a bajar viendo como todo se acerca. Rodar. Como una noria...
Wir sehen uns wieder. Tschüss!
9 comentarios:
Si me necesitas, silba.
Vuela, vuela, Tormenta, que te arrastre el viento como a Mary Poppins y recoge en tu viaje sonidos, olores, imágenes y sabores y tráenoslos después para depositarlos sobre nosotros en forma de gotas de lluvia.
Nos encontraremos aquí, de nuevo, después de tu viaje.
Tschüss!
...Siempre irte (pero no descartes llevarme ;-)...
...Besos (sin billete de vuelta)...
:)
ay, gracias a todos.
pues yo te guardaré un cachito de ciudad del frío hasta que vuelvas. y me comeré sola los kebabs (palabra que, por cierto, se parece a los baobabs).
y no sé por qué, esa niña del paraguas (¿o paracaídas?), también esperará.
d.
¡y además es un paraguas (¿o paracaídas?) verde!
;-)
es un poco paraguas (para las tormentas) y un poco paracaídas (para las caídas). besos azules.
Bienaventurados los que escriben como él, como tú, porque con una palabra de "ustedes" bastará para sanarNOS.
Me ha encantado, huelga decirlo, lo sé... este poema... y las entradas (dos) anteriores que he leído con carácter retroactivo.
Un abrazo (y felicidades)
Mario
gracias, mario. bienvenido de nuevo.
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