¿Dejaré que las heridas de los labios y del frío cuajen y se hagan nieve perpetua? ¿Dejaré marchar de una vez a todos esos momentos que se fueron ya, toda esa piel que abriga pero que ya no sirve?
¿Dormiré sin el peso de pieles de elefantes saciados y de mantas que caen desde el techo como estrellas y oropeles? ¿Dormiré sin derretir la dermis, sin que hierva la sangre de los capilares y se evapore todo el olor de mi cuerpo y mi piel inodora acompase el sueño? ¿Me dejaré ir, a la intemperie, por las nieves de un bosque que se va espesando? ¿Olvidaré por un momento que las pieles desprendidas ya no alimentan más que cicatrices y heridas de guerra y zonas inflamadas rodeadas de punzones?
Saldré desnuda a la calle y todas las señoras con sus abrigos y todos los señores con sus sombreros hablarán con palabras escandalosas y me señalarán con sus dedos puntiagudos como estalactitas. Provoco porque estoy desnuda, pensaré inocente. Tú, desnuda, deja de mostrar tu piel: guárdala. Guárdala, te hará falta cuando llegue el frío.
Pero No Estoy Desnuda: no espero. No hago nada para que la piel se vaya. Esta piel no es mía, lo promete mi cabello que está a punto de caerse. Esta piel no es ya mía, es la muda de invierno. Así la Piel no se mancha, no se marcha, no. (se) desvela.
Serais ce possible alors?
Dormir.
5 comentarios:
Sin piel: todo sinceridad.
:)
Así
es.
Las sensaciones que dejas, las bocas que siembras cuando llegan al suelo, los gritos que abonas en ellas, las miradas que ahuyentas, las respiraciones que cortas, las imágenes que prometes. ¿O sólo es piel de invierno?
Debe de ser solo de invierno...porque todos se van.
La piel y tú, tú y la piel.
Qué amor.
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