16 de julio de 2011

Pigmalión

Incluso si analizamos las biografías de grandes genios, mujeres y hombres que a lo largo de la historia han hecho enormes aportaciones a la humanidad, veremos que en muchos casos hubo una persona que tuvo una fuerte esperanza depositada en ellos. Y es que Pigmalión tiene una explicación científica: hoy sabemos que cuando alguien confía en nosotros y nos contagia esa confianza, nuestro sistema límbico acelera la velocidad de nuestro pensamiento, incrementa nuestra lucidez y nuestra energía, y en consecuencia, nuestra atención, eficacia y eficiencia.

Álex Rovira, 
17/09/2006



Mi cuerpo sucio huele a cloro. Ya no hay cazatalentos que me miren como amos ni me hablen como bebés hambrientos. 

Quiero decir, quiero escribir. Me obsesiona escribir. 

Escribir, por ejemplo, "la suciedad es un estado mental", "la calidez es la farsa de un verano inclemente", "el invierno de julio". O "mi hermano te nombra cada día, como si pudiera leerme la mente y saber que estás ahí, en todos los lugares".

También escribo para contradecir a los que no apostaron por mí, a los que siempre aparecen durmiendo en mi cama cuando tengo pesadillas. Escribo para todos los que me escupieron evidencias alguna vez y repitieron hasta el hartazgo: "tú no eres nada", "tú no vales nada", "tú eres inservible". Estoy muy cerca de ellos. A loser.

A veces conduzco borracha por avenidas con nombres de escritores famosos. Era honesta entonces, te lo juro. Siempre he sido honesta contigo. Si me sobreviene el pesimismo y se hace patente mi falta de talento, siempre pienso por mí misma: lee, lee, lee. Y, en mi cabeza, empiezan a pasar hombres también honestos que me repitieron con voces suplicantes: "No dejes de escribir, por favor. Haz lo que sea, arrástrate para seguir viviendo si es necesario, pero no dejes de escribir". "Escribe siempre".

En fin.

Tú eras mis ganas, adorado Judas.

¿Escribir para qué? ¿Escribir para quién? ¿Escribir? ¿Qué?

Si tú eras mi casa. Pigmalión. Mi única familia.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Rilke escribió (valga la redundacia) sobre porqué escribir, dijo algo así en una de sus cartas:
"No importan los motivos periféricos y exteriores: un día que esté sumido en una calma insólita y se sienta especialmente sereno, pregunte a lo más profundo de su ser si, realmente, necesita escribir. Los cómos y por qués no importan en este ámbito, y la respuesta a su pregunta no tiene por qué ser sí o no, simplemente los lugares más recónditos de ustéd y el tiempo que todo lo entrelaza y ahorma, responderán."

Emily dijo...

se escribe porque no hay otra cosa. porque no está ahí.

Victoria Alonso dijo...

violando a Burroughs... escribir es como drogarse. Uno no lo hace porque quiere. No se lo plantea fríamente y dice: hoy voy a empezar a escribir. Es una forma de vida. Lo que te hace levantarte de la cama por la mañana...

Sin vacíos, o con vacíos metamórficos y galopantes.

porque tú (sí que) lo vales.

tormenta dijo...

Viri, tenemos que hablar (mucho). Jo...

Anónimo dijo...

Sigue escribiendo Sara.

Anónimo dijo...

Sigue escribiendo Sara.

tormenta dijo...

Ya está, no lo puedes evitar: te he sumado a mi lista de hombres honestos.

Miguel Ángel Maya dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=zYm_BQdq2Gs
;-)

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...