Nostalgia es el título de una película muy cursi. Una película que no llega al clímax. Una película que se acaba en la penúltima escena. Nostalgia empieza con la descripción de un cuerpo y de una habitación. Una lista de efectos y cardenales. Una maleta donde entran todos los relojes. Un cuerpo que deplora otros cuerpos.
Nostalgia transcurre en un séptimo. Desde la ventana de la habitación se ve la noche, se ven las lunas menguantes, se ven las luces del aeropuerto. Se ve el botón de pause.
Nostalgia comienza un día en el que el pasado gasifica la memoria. Y el presente se resumen en un beso. Y en otro. Y en un abismo lleno de labios percutidos y espaldas cruzadas de arañazos. Todo el cuerpo es un lugar besado. Cada lunar es un terreno virgen sin besos. Y así, con cada imperfección, con cada mancha de la piel. Sin recuerdos. Sin peso.
Nada sabe igual después de la nostalgia. Ni siquiera en la secuencia de la ventana y el cigarrillo y el libro abierto por la página 219. Después de los melocotones en almíbar y el humo de la hierba. Nada es tan denso y tan dulce como la nostalgia en las manchas resecas del colchón.
Nostalgia es una cinta de 16 mm. Y ya solo es un fotograma que arde en una cámara de fotos. Nostalgia es la imagen de un hombre que le devora los pies a una mujer y que eyacula alas.
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11 comentarios:
<3
http://www.sierrapambley.org/relatos/
Anímate, si no lo has hecho ya.
Enhorabuena por el blog.
G e n i a l.
entiendo que es ésta nostalgia... http://www.filmaffinity.com/es/film687195.html
No tenía ni idea de que existía esa peli, María. La he estado buscando para verla online pero no la encuentro...
He de admitir que esta entrada me ha encandilado... Ya la he leído unas 3 veces.
Me encanta, Luna.
Tus fotos (las que haces, las que cuelgas, las que te gustan), linda, inspiran esta lengua con heridas.
Tal vez aquella mujer exiliada de su misma piel llegue a la nostalgia tuya...
Es lo mejor que le desee!
Hermoso...
joder*
220 abrazos,
esidoyo
todas las nostalgias en este cuerpo conteniéndome...
Qué lindos sois, madre mía.
cuánto petardeo
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