día 22

Todo suena a tópico. Mis pensamientos parecen mentira. Nadie se para realmente. Y al mismo tiempo, creo que tengo ganas de vomitar. Todo va muy rápido, por ejemplo, este anochecer.

Tengo fiebre. ¿Es posible? Estoy metida en la cama, delirando por ti. No puedo evitar pensar en tus ojos, en tu respiración mientras duermes. Realmente la oigo, pero tú no estás aquí. Todo lo que construimos es también como un mundo imaginario. Nada de lo que compartimos tiene verdadero valor si no era por ti y por mí. ¿No crees?

¿Me has llamado a la puerta? ¿Lo he imaginado? Sea como sea, me he quedado completamente inmóvil. Veo tu cara en el techo. Tu pupila es como un agujero negro que se expande y se encoge...Que está en mi cabeza.

Te estoy llamando, en mi mente estoy cogiendo el teléfono y marcando tu número de memoria. Es inútil borrarlo. Tu dirección, tus apellidos, tu color de ojos, cada parte de tu cuerpo, el sonido de tus pestañas, tu voz pronunciando mi nombre desde muy lejos... Y en mi mente descuelgas el teléfono y me hablas. Pero yo no soy capaz de articular palabra. Empiezo a toser. Me caigo al suelo. Luego lloro. Estoy desecha. Me ahogo. No puedo respirar...

Ya no distingo lo que sueño de lo que vivo. Las pesadillas se mezclan con sueños a tu lado y con la más cruda realidad. Y los sentimientos que tengo son tan raros... Ahora tengo miedo.

Qué miedo tengo a no poder escribir. No te mereces palabras tan vulgares. Como ves, de cualquier modo, no puedo evitar comunicarme contigo. Seguramente entres aquí de vez en cuando. No deberías. Lo sabes.

Pero en el fondo lo deseo. Ojalá leas esto.

Estoy enferma y no quiero que nadie se compadezca. No quiero inútiles palabras de consuelo. Quiero compartir a Buko. Quiero hablar de rap. Quiero ver una peli. Hacerte cosquillas. Pasear por la playa. Comer helado de vainilla. Quiero que me llames gatina una vez más, y que a todo el mundo le parezca una cursilería. Pero que nadie más me lo vuelva a llamar. Quiero que me peines. Viajar. Quiero recordarte mientras te beso.

Quiero que el 22 desaparezca del calendario. Quiero desaparecer. En serio.